Pon tus barbas en remojo (Algo para reflexionar)
El título de este artículo se inspira en el refrán popular "Pon tus barbas en remojo" que expresa una advertencia de "Si ves a tu vecino caer (sus barbas quemarse) que pongas las tuyas a remojar que equivale a observar su desgracia para no cometer el mismo error".
Hace algunos
días me encontraba con un grupo de amigos produciendo una serie que será
publicada en redes sociales en las próximas semanas. Eran eso de las 3:30 de la
tarde, y nos dispusimos a orar antes de poder empezar las grabaciones. Mientras
orábamos, un hombre nos observaba y decidió acercarse. Al estar frente a
nosotros nos mira a los rostros y nos hace la pregunta ¿Ustedes creen en
Cristo?, a lo que nosotros le respondimos Sí, sin dudarlo, y su respuesta
entonces fue “Entonces van a entender lo que les quiero contar”. Y esta
es la historia que ahora yo les cuento:
Aquel hombre fue
años atrás, un arqueólogo guatemalteco muy reconocido, viajaba a diferentes
países, asesorando investigaciones relacionadas con su profesión, nos contaba
acerca de cómo el creía que lo tenía todo, que era el mejor y que no necesitaba
de nadie, de hecho cito algunos filósofos (No los recuerdo) argumentando
que ellos le habían enseñado a no creer en Jesucristo. Uno de los viajes se
convirtió en la mayor desgracia de su vida. Mientras se encontraba en España,
cometió el peor error que pudo, se involucró en una relación de infidelidad con
una mujer española, con quien en varias ocasiones tuvo relaciones
sexuales. Esto pasó de ser encuentros placenteros a la destrucción de su
vida, pues producto de esta relación, él fue contagiado de VIH (SIDA), y la
desgracia no terminó allí, tiempo después de descubrir la enfermedad que había
contraído, se dio cuenta que era demasiado tarde; Su esposa había sido
contaminada por él. Esto causo la destrucción de su hogar, perdió a su esposa,
sus hijas no quieren volver a verlo y ahora anda como peregrino por todos los
lugares.
Al finalizar su
historia el pidió que pudiéramos orar por su vida, sin embargo el no pidió que
oráramos por sanidad pues está convencido que esto solo es la consecuencia de
su pecado, la oración que nos pidió es que Dios pueda darle paz en sus últimos
días y que su presencia no se aparte de él. En su necesidad acudió a Cristo, le
acepto en su corazón y se volvió un creyente, sin embargo a causa de su
enfermedad ha sido rechazado por todo tipo de iglesias, que en temor de ser
contagiados han preferido pedirle que se aleje. No me sorprende la reacción de
las personas dentro de la Iglesia pues yo mismo en cuanto supe su enfermedad me
preocupe y pensé en lo duro que debe ser vivir marcado con una enfermedad
como esta. Sin embargo la historia de este hombre me hizo reflexionar en dos
cosas:
1.
Lo primero que
reflexiono es en la palabra de Dios: 1 Corintios 10:12 dice que el que piensa
que está firme, debe tener cuidado en no caer. Aunque aquel hombre no era
originalmente un creyente, si pensó que estaba firme, pensó que lo tenía todo y
que él lo era todo, la vida en un instante puede dejarte sin nada, si estas
apartado de Dios y viviendo en pecado CUIDADO, las cosas no podrían terminar
bien.
2.
Aún nos falta
como Iglesia cubrirnos del amor de Cristo, 1 Juan 4:7-10 nos habla del
verdadero amor que tiene que ver con recibir el amor de Cristo, pero también en
amarnos los unos a los otros. Aquel hombre quizás esta solamente pagando las
consecuencias de sus actos, pero si nosotros no llevamos esperanza a personas
como el ¿Quién lo va a hacer? Debemos permitir que el amor de Cristo entre a
nuestras vidas y que pueda ser manifestado en nuestras relaciones con las
personas que nos rodean.
Luego
de esto pudimos ayudar a Aquel hombre, compartiendo un poco de lo que nosotros
tenemos y extenderle una oración, concluyo pensando en que si estamos lejos de
Jesús o aun creyendo que estamos cerca pero en realidad lejos, podríamos cometer
errores que podrían terminar en una desgracia. Al ver esta historia solo me
queda decir ¡Pongamos nuestras barbas en remojo!.
Por cierto, por respeto a la integridad de la persona, no comparto fotografías ni el nombre de aquel Hombre.

Comentarios
Publicar un comentario