Elena, Juanita y Thomas (El impulso de Dios)
Tras una semana de haber compartido con Elena mi refacción, quede inquieto en poder conocer más sobre la vida de ellos y los niños que se mantienen en el semáforo. Esta inquietud me llevo a entender que cuando Dios pone un impulso en tu vida sobre algo por hacer te dejara inquieto hasta que el objetivo se cumpla. Un día atrás tuve la oportunidad de compartir a mi amigo Ever sobre lo que Dios estaba poniendo en mi corazón “Invitar a los niños del semáforo a entrar a un restaurante, sentarse y comer conmigo”, Ever ofreció apoyarme con cierta cantidad de dinero para la causa, tomando el compromiso de cumplir con El impulso de Dios. Y entonces llegó el momento…
Hoy por la mañana como acostumbro pase por el semáforo en donde Elena vende sus chicles y le hice la invitación a ella y sus amigos a que pudiéramos almorzar juntos adentro de la pizza, pude ver sus ojos de admiración y emoción a lo que ella respondió con una Sonrisa SI. Entonces quede con ella para la una de la tarde y así fue.
Al llegar al restaurante estacione el carro y fui a la calle a buscarlos, Elena estaba sentada bajo un árbol esperándome y al verme se levantó para ingresar junto conmigo, Juanita mi nueva amiga con emoción nos siguió pero Thomas no se atrevió a entrar, prefirió quedarse afuera, preguntándome si le podía sacar la comida.
Entonces entramos junto a mi amigo Marcos (quien me acompaño) y nos sentamos, mi corazón se conmovió porque la gente de alrededor al principio nos veía raro, la primera impresión de las meseras fue sacarlas del lugar pero Elena y Juanita le responden venimos en El. Mi corazón se conmueve porque aun puedo recordar sus sonrisas y su alegría de poder sentarse en el restaurante (quizás nunca lo habían hecho) y se codeaban y reían a cada momento.
Llego la hora, la pizza estaba lista! Las meseras únicamente nos llevaban dos platos para Marcos y para mí, al igual que dos vasos pensando que quizás únicamente nosotros comeríamos, a lo que nosotros solicitamos dos más. Luego Marcos sirvió la pizza y apresuradamente iban a llevársela a la boca. Cuando decidí detenerlas para Enseñarles A DAR GRACIAS A DIOS. Juntos cerramos nuestros ojos y dimos gracias a Dios, mientras les recomendé hacerlo cada vez que alguien les diera algún obsequio.
Al momento de comer ambas llevaron el plato a sus piernitas y con su cabeza agachada llevaban los pedazos de pizza a su boca, ellas no tenían la confianza de levantar el rostros no se sentían como los demás pero sus ojos reflejaban la emoción en cada bocado que llevaban a su boca, luego de terminar con la pizza pedimos Helado y ellas seguían sorprendidas.
Luego de comer tuve la oportunidad de preguntarles más por sus vidas, para mi sorpresa ambas tienen el sueño de ser maestras y aunque no están estudiando el sueño permanece en ellas. El futuro de ambas no promete nada, más que vender por las calles durante toda su vida, sin embargo se que en Dios hay esperanza para todos.
Al final pude recordares sobre el amor de Jesús y la importancia que le den gracias en todo momento por cada cosa aunque sea pequeña para que no pierdan la esperanza. Y lleno de alegria mi corazon que al salir ellas compartieron de su agua y su helado con algunos que estaban afuera.
Esto es solo el inicio...
Hoy nuevamente decidí salir de mi comodidad, hoy nuevamente decidí compartir Hoy sé que Jesús Salió a las calles y YO voy a hacer lo mismo… Piensa, medita y analiza. Cada vez que tengas un impulso a ayudar a alguien no te lo quedes no sabes si puedes estar trayendo esperanza a quien menos la tiene. y como El Apostol Pablo dio, yo con el mayor placer me gastare, aunque quizas nunca ellos me amen.
Algunas fotos de mis nuevos amigos Juanita, Elena y Thomas... (Thomas es muy chiviado)


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